La ermita de la Virgen del Espino se construye a mediados del siglo XX por Luis Rodríguez Quevedo y se encuentra, desde 1961, asociada a las fiestas que se realizan en honor del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Patrón de Los Molinos (15 de agosto).
La Hermandad de la “Santísima Virgen del Espino”, que se encarga de realizar la romería y el traslado de la imagen hasta la Iglesia Parroquial (el 14 de septiembre) y su devolución al día siguiente, sirvió de facto de herramienta para fomentar la unión nacida entre los componentes de la “Peña de Los Casados”, sin distinción alguna de tipo social o de proveniencia, intentando terminar con esa diferenciación que existía entre el Pueblo y La Colonia (compuesta básicamente en sus inicios por “veraneantes”)
Se trata, además, de uno de los emplazamientos con mejores vistas hacia la Sierra de Guadarrama. Es un espacio singular que cuenta con el área recreativa más significativa fuera del casco urbano del municipio, junto a una fuente tradicional con abrevadero (servía para dar de beber al ganado) comunicada por la cañada, en medio de la dehesa pública de Los Molinos.
